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Charlando con Guardiscopio #6: Azahara Herrera @dra.azahara

  1. ¿Por qué decidiste especializarte en medicina familiar y comunitaria?, ¿Qué es lo que más te gusta de esta especialidad?, ¿y lo que menos?

Me especialicé en medicina de familia porque lo que buscaba era el trato con el paciente y el diálogo, el intentar progresar en aquellos objetivos terapéuticos y ayudar en los problemas que tuviese el paciente, pero hacerlo desde un punto de vista no tan paternalista sino entre iguales.

Lo que más me gusta es que es una especialidad que permite generar un vínculo con el paciente diferente al que se puede desarrollar en otros ámbitos de la asistencia. La contrapartida es todo el apartado burocrático. Hay muchas cuestiones, como la gestión de las bajas, certificados o justificantes, que hoy en día se podrían mejorar y hacerlas ágiles para el beneficio del paciente. Esto ayudaría a liberar huecos en consulta y reduciría la lista de espera.

  1. ¿Nos puedes contar alguna anécdota trabajando en el centro de salud?

¡Puedo contar muchísimas! Me acuerdo una de las primeras veces que vi a una de tantas parejas de ancianos que vienen a consulta. Vinieron a contarme que hace unos días el hombre estuvo en urgencias porque se habían ido a pasar el fin de semana a su segunda residencia, pero cuando llegaron se dieron cuenta que se habían olvidado las llaves. No se le ocurrió otra cosa que llamar a su vecino y pedirle unas escaleras para allanar su chalé y poder entrar desde dentro. ¡Saltó la valla y se cayó de cabeza! Por suerte, no le pasó nada, pero mientras me lo contaban en la consulta, la mujer le echaba la bronca. Son situaciones cómicas del día a día. Con los que mejor me lo paso son con la gente mayor.

  1. ¿Qué consejo le darías a un residente que ha empezado ahora la residencia?

Les diría que no tuviesen vergüenza en preguntar cualquier duda, por muy tonta que les parezca. Vale la pena parecer tonto una vez, que quedarse con la duda y parecer tonto muchas veces.

En ocasiones, pueden recibir malas respuestas, y eso a veces desmotiva a los residentes de primer año, pero no es responsabilidad del residente. Al final, están en periodo de formación y es importante preguntar todo para aprender por sí mismos como para el beneficio de los pacientes a quienes atenderán.

  1. Además de tu trabajo en el centro de salud, también realizas consultas online, ¿qué te impulsó a hacerlas?

En mi experiencia diaria, encontré un fallo en dar asistencia a las mujeres. En la investigación científica, cuando se estudia una enfermedad, se investiga más en hombres que en mujeres, y esto también se refleja en la práctica clínica. Por ejemplo, cuando hablamos de los síntomas de un infarto de miocardio, todos sabemos los típicos síntomas; opresión en la zona centro torácica, irradiación hacia el brazo izquierdo… Pero en una mujer los síntomas como el dolor, la opresión, pueden ser distintos o estar localizados de manera distinta.

Observé que existía un sesgo marcado a la hora de hacer diagnósticos y tratamientos, y pensé que había que trabajar bastante en ello e intentar buscar otra forma de diagnosticar y tratar, evitando caer en el error común de atribuir los síntomas a la ansiedad, por ejemplo. Tomar en serio los síntomas que una mujer cuenta en consulta en vez de valorarlos de forma subjetiva y pensar que está exagerando o dándole más importancia de la debida. Hacerle caso de lo que te cuenta y estudiarlo, al igual que se haría con un hombre, para dar una asistencia que sea de calidad e igualitaria.

Empecé por eso, y cada vez me iba reafirmando en que esto sigue ocurriendo a través de las experiencias de las pacientes que llegaban. Es mi manera de aprender más al respecto y aportar lo que pueda.

  1. ¿Cómo logras mantener la calidad y eficacia en la atención al paciente en una consulta online?

Cuando se trabaja de manera online, no todos los casos se pueden abordar de esa manera. Lo primero que hay que hacer es valorar si la persona necesita primero una visita presencial.

Pero si es otro perfil de paciente, una persona que ha sido explorada y estudiada previamente, en varios sitios y tiene diagnósticos diferentes, se puede trabajar de manera online en intentar buscar otros diagnósticos alternativos porque hasta el momento no se ha llegado al diagnóstico real.

En la consulta online, la paciente puede contar toda su historia desde que comenzaron los síntomas, cambios que haya habido en ese periodo de tiempo, y se pueden revisar pruebas previas que se haya realizado, ayudando a que la paciente las comprenda. El objetivo principal es trabajar sobre todo en eso, ver en qué punto estamos, y a partir de ahí, orientar en cómo va a continuar el proceso diagnóstico.

Todas las consultas online son para cosas sencillas o técnicas o cuando hay un estudio previo y necesitan ser reenfocados.

  1. ¿Cómo combates la desinformación en salud de la mujer y salud digestiva en tus redes sociales y consultas, y garantizas que la información sea precisa y confiable?

Lo fundamental es mantenerse actualizados en cualquier campo. La medicina y ciencia es amplísima y avanza cada vez a mayor velocidad. Por eso, a la mínima que te descuides te puedes quedar atrás. Es importante leer, documentarte y saber que lo que recomendabas o explicabas de una forma hace un año, dentro de un año o dos, puede haber cambiado porque se ha estudiado y aprendido más al respecto. Para eso, necesitas revisarlo y actualizarte.

Además, es muy importante la sencillez del lenguaje. Cuando hablas en redes sociales, la mayoría de usuarios no son profesionales de la medicina, por lo que no puedes utilizar palabras que suenen culto para darte autoridad y que el usuario se quede igual, sino hacerlo al revés, rebajar a un lenguaje más coloquial, que, aunque quizás suene menos exacto, hace que la persona se quede con el mensaje principal.

Lo principal es que la información se entienda. Si no se entiende, el mensaje no habrá servido para nada.

  1. ¿Podrías hablarnos sobre aspectos clave que consideras más importantes del cuidado de la salud femenina?

Haría hincapié en el apartado del estilo de vida como un aspecto fundamental. Por una parte, tenemos unos ciclos y dinámicas hormonales que son más variables que en el hombre, además están sometidos al ritmo de vida actual; vamos con prisa, no tenemos tiempo para una misma, la mayoría de las cargas caen sobre la mujer, a nivel familiar, hijos, mascotas, hogar, el trabajo…

La base de la que debemos partir para tener una buena salud femenina, hablando en términos generales, sería intentar buscar el equilibro entre cumplir con nuestras responsabilidades y reservar tiempo para nosotras mismas.

Nos han educado en dar y entregar a los demás y ponernos en un segundo plano, pero en el medio- largo plano eso es un error. Lo primero es invertir en uno mismo y a partir de ahí, todo saldrá mucho mejor.

  1. Tienes un e-book, “Una guía básica de alimentación”, ¿Qué te motivó a escribirlo y cuál es objetivo principal del libro?

Mi objetivo con este e-book es dar unas pautas iniciales desde el punto de vista de nutrición, con las salvedades de que yo no soy nutricionista, por lo que es algo muy general. Mi intención es hablar sobre aspectos relacionados y empezar a construir el camino del autocuidado e invertir en una misma.

Este libro no sustituye a una consulta de un profesional de la nutrición, pero es un punto de partida para intentar a empezar a tener una idea de cómo de importante es el aspecto nutricional en el estilo de vida y en la salud, y saber dónde mejorar y empezar ese proceso.

  1. ¿Tienes algún otro proyecto en mente que nos puedas contar?

Hay cositas… Tengo pensado hacer una publicación más extensa. Además, junto con mis compañeras hemos pensado en hacer un podcast. Espero que una vez esté hecho sea del agrado de todos y sobre todo, que sea útil.

  1. ¿Cómo conociste Guardiscopio?, ¿Qué opinas de la herramienta?

Conocí Guardiscopio por Instagram. Me pareció una idea excelente y es una herramienta útil para todos los compañeros del trabajo para organizar cualquier tipo de turno.

Me parece una iniciativa magnífica y muy necesaria.

  1. ¿A qué te dedicas en tu tiempo libre?

Me gusta el gimnasio. A partir de la pandemia empecé más en serio. Primero haciendo ejercicio en casa y luego empecé a ir al gimnasio. Finalmente, acabé contratando a una chica, que también está en redes. Sara Abad es nutricionista y también lleva entrenamientos.

También me gusta estar con mis dos gatos, mi familia, mi hermana, mis amigos… Y de vez en cuando hago alguna escapada.

  1. ¿Qué opinas sobre la crisis sanitaria que vivimos actualmente?, ¿cómo crees que se podría mejorar?

Ahora mismo tenemos una situación complicada y seguramente no haya una única solución.

Por una parte, está el apartado económico de recursos, pero también influye mucho las necesidades, distribución y crecimiento de la población, las expectativas del paciente, recursos de personal y expectativa de los mismos…

Actualmente, tenemos una situación de muchísima demanda sanitaria a todos los niveles, hospital, centro de salud, e incluso, sanidad privada. Lo que tenemos es profesionales trabajando por encima de sus posibilidades, mental y físicamente.

Hay que trabajar en todos los aspectos, no solo en poner más recursos de personal, técnicos o económicos, sino también mejorar la calidad del puesto de trabajo y condiciones e intentar reestructurar el sistema sanitario.